¡Hola!
Hubo una temporada de mi vida lectora en la que me aficioné a la narrativa tristona. Tal género comprende libros como Tan Poca Vida de Hanya Yanagihara -mi libro favorito hasta la fecha- o Mi Año de Descanso y Relajación de Ottessa Moshfegh. Ambos libros se encuentran en un puesto muy alto de mi lista de indispensables, así que me sentí terriblemente emocionada cuando mi tía Cova me regaló Las Devoradoras de Lara Williams por Navidad. A pesar de no conocer este título, en el momento en que abrí la primera página comprendí que ésta sería una de esas lecturas trascendentales y deprimentes que me gustan tanto. Hoy, os cuento qué me pareció esta novela. ¡Dentro reseña!
Las Devoradoras nos cuenta la historia de Roberta, una mujer británica que nos conducirá por su vida a medida que avanza la narración. Cuando ya ha pasado la treintena, esta protagonista se da cuenta de que lleva mucho tiempo sintiéndose mal por cosas que no deberían suponerle ningún agobio. Gracias a su pasión por la cocina, descubierta en sus años de universidad, y a los ánimos de su alocada amiga Stevie, decide montar un club gastronómico para mujeres que quieran sentirse liberadas. Junto con sus intensas e increíblemente bien organizadas veladas, que siempre terminan en desastre, y los diversos episodios de la vida amorosa de Roberta, Lara Williams nos transporta a Reino Unido criticando temas como los estereotipos de género, el trato a las mujeres, las dinámicas de poder o la superioridad que los hombres consideran que tienen respecto al género femenino.
Como dije en la introducción, esta novela me recordó muchísimo a los libros de Moshfegh, y es que ambas autoras comparten un estilo de escritura muy similar. Personalmente, he descubierto que desde hace tiempo, soy una gran fanática de las historias de mujeres que sufren. Y si bien esto suena realmente cruel, quisiera aclarar que no disfruto con el sufrimiento ageno. Lo que me gusta de este tipo de historias, es lo realista que son. Las protagonistas se enfrentan a situaciones reales con perspectivas reales, y responden de forma realista a sus problemas del día a día. La narrativa de Williams es una romantización de la vida cotidiana y de los problemas de una mujer acomplejada, pero al mismo tiempo no hay nada tintado de rosa en la existencia de este personaje. Roberta sufre desde niña una obsesión con su imagen y la percepción que los hombres tienen de ella, al igual que todas las niñas en nuestra sociedad. Además, cuenta con el hecho de que nunca ha habido una figura paterna en su entorno familiar. Criada por su madre y su tía, dos mujeres de carácter y terriblemente aventureras, Roberta siempre ha sentido como necesaria la validación de los hombres de su entorno, y los emails insistentes de su padre ausente no hacen más que perpetuar esa sensación.
Nunca había leído nada de Lara Williams, pero definitivamente su pluma es algo que tendré que repetir tan pronto pueda. Como sabéis, siempre intento leer los libros en su versión original, pero en este caso, disfruté de una magnífica traducción de Laura Ibáñez. El estilo como digo fue mi elemento favorito de la novela, y lo que me mantuvo en vilo toda la lectura. A través de la intersección entre los años de Roberta en la universidad y el momento actual en el que crea el club de Las Devoradoras, los lectores vamos poco a poco conociendo a un personaje terriblemente complejo y atormentado por el trauma de la juventud. Dicho esto, me gustaría hacer una pequeña lista de trigger warnings, porque no he visto ninguna, y cuando leí el libro me sorprendí bastante con algunos episodios: abuso sexual, depresión, intentos de suicidio, violencia doméstica, y autolesión. Creo que esos son todos -que menuda retahíla- pero creo que es importante mencionar que, en caso de no sentiros cómodos y cómodas con ellos, os recomiendo que no leáis el libro.
Las Devoradoras me ha parecido una novela intensa, terriblemente triste, y repleta de temas controvertidos. Todos estos elementos han sido tratados por Williams de una forma increíble, con tacto, pero al mismo tiempo de manera visceral. La autora no tiene piedad con los hombres, y los retrata como monstruos en todas sus facetas. Desde los novios de Roberta, pasando por sus compañeros de clase, los novios de sus amigas, e incluso el último interés romántico que parece adorarla. Todos ellos son retratados como seres sin corazón cuya única motivación es la actividad sexual, y que no tienen respeto alguno por las mujeres. Y si al principio os encariñáis con alguno de ellos ¡Olvidaos de él! Con lo muchísimo que evolucionan los personajes de Williams, lo más probable es que acabéis decepcionados e incluso asqueados. Definitivamente un libro para tener en cuenta si os interesa la crítica satírica y la ironía cruel.
Decidme, ¿lo habéis leído? ¿Qué os ha parecido? ¡Os leo en los comentarios!
3 Comentarios
Hola!! Lo desconocía por completo, no descarto darle una oportunidad más adelante. Tomo buena nota de tus impresiones lectoras. ¡Gran reseña y gracias por tu recomendación! Besos!!
ResponderEliminarMe gustaría leer este libro, aunque toque temas como la depresión, abuso sexual, etc.
ResponderEliminarHolaaa!
ResponderEliminarAins, veo que es una novela dura, de esos dramones que tratab temitas de cuidado... Pero al mismo tiempo, me encanta que se centre en lo cotidiano, que la protagonista decida hacer un club de cocina y que la gastronomia este tan presente, ains, me da unas vibes muy cuquis.
Besotes y gracias por la recomendacion!