El día de hoy os traigo la reseña
de la primera novela de Tanya Tagaq, una artista y compositora Inuit cuya obra
no deja a nadie indiferente. La autora nos lleva al territorio canadiense de
Nunavut, en el que una adolescente sin nombre vive los años 70 como puede. Una
dura crítica al colonialismo y la situación de las comunidades nativas de Norte
América, con un toque de realismo mágico que consigue confundir al lector de la
mejor manera posible.
Como estudiante de una carrera centrada en el mundo
anglófono, he tenido la oportunidad de acercarme a la historia y cultura de
colonias, territorios y países cuyas tradiciones se han basado en la ocupación
inglesa. Mientras la historia hegemónica cuenta como llegaron los europeos a
cada rincón de este mundo, yo he podido escuchar las versiones de los nativos a
través del estudio de su literatura. Las injusticias, el genocidio, y la
destrucción de civilizaciones no son temas sencillos, pero los testimonios de
los supervivientes nunca dejan de fascinarme. He realizado diversos trabajos en
relación con narrativas de nativos americanos, pero en cuanto a nativos de los
territorios canadienses, apenas me he acercado a unos pocos poemas. Por esta
razón, cuando una profesora nos recomendó esta novela, decidí darle una
oportunidad. Tengo que confesar que esta recomendación tuvo lugar el año
pasado, pero mi lista de pendientes avanza muy despacio y de forma irregular...
Hoy, sin embargo, os traigo mi opinión sobre esta novela tan peculiar.
Como os comentaba al principio, Split Tooth cuenta
la historia de una protagonista sin nombre que malvive en una comunidad Inuit
en el territorio de Nunavut. Su vida está plagada de alcohol, fiestas, tabaco,
y abuso sexual, y la misma forma en que la autora nos describe este ambiente se
siente como un sueño febril. No he leído demasiado del género, y ni siquiera sé
si se podría considerar realismo mágico, pero la verdad es que Tagaq tiene una
manera de utilizar las palabras y de combinar géneros que te engancha. En lugar
de la estructura básica por capítulos, la novela consiste en partes narrativas
combinadas con elementos de poesía.
Split Tooth cuenta la historia de una adolescente
Inuit que vive en la zona de Nunavut en los años 70. Tagaq nos presenta una
infancia y adolescencia bastante complicadas, repletas de negligencia adulta y
abusos, tanto de sustancias como sexual. Sin embargo, nuestra protagonista
también conoce el amor, la amistad y el cariño de su familia. Somos testigos
como lectores de su conexión con la naturaleza, y de la fuerza que ésta tiene
sobre ella y su vida. En el momento en el que termina embarazada por las "luces
del cielo", la protagonista deberá volver a la civilización y navegar un
mundo que no comprende su situación.
Es importante mencionar que algunos de los temas que
se tratan en Split Tooth incluyen el alcoholismo, la violencia
sexual, trauma intergeneracional, y los efectos intergeneracionales del
colonialismo y el movimiento forzado de personas nativas en Canadá. Me encantó
la manera en que la autora cuenta todo como si fuera una especie de sueño
febril. Sin embargo, no puedo dejar de advertir que es un libro duro. Si bien
lo fantástico de la narración le quita hierro al asunto, y nos distrae de la
crudeza de la narrativa, es inevitable sentirse terriblemente mal por la
situación que vive la protagonista.
Creo que Split Tooth es una novela
que todos deberíamos leer. La situación de los nativos afectados por el
colonialismo, no solo inglés si no por parte de otros grandes imperios de la
historia, pasa muchas veces desapercibido. A través de esta novela podemos
descubrir uno de los diversos testimonios de esto, aunque no sea de la forma
más directa. La mezcla de poesía y prosa me pareció impecable, y agiliza la
lectura de una forma soberbia. ¡Totalmente recomendable!
★★★★✩
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