¡Feliz año, Saqueadoras y Saqueadores! Espero que estéis bien, que el 2025 os esté tratando bien de momento... Yo me he propuesto retomar un poco este proyecto, así que vamos a ver qué tal funciona mi esfuerzo este año. Como muchas de vosotras sabréis, no puedo ver una película de terror para salvar mi vida. Sin embargo, algo que me apasionan son las novelas oscuras, cuando más gore, mejor. Hace unos años descubrí el género del body horror, y si bien no soy capaz de verlo en una pantalla, me apasiona imaginarlo en mi cerebro. Eric Larocca fue mi autor de iniciación a este tipo de novelas, pero desde entonces he estado leyendo muchos libros con esta temática. Hoy, vengo con una reseña algo olvidada, después de un parón considerable. Os traigo mi opinión sobre The Eyes Are the Best Part, de la autora Monika Kim. ¡Dentro reseña!
The Eyes Are the Best Part es la novela debut de Monika Kim, autora coreano-estadounidense de segunda generación. Se trata de una obra que fusiona el terror psicológico con una aguda crítica social a la situación de las personas asiodescendientes en Estados Unidos. La historia se centra en una protagonista, Ji-won, una joven estudiante universitaria cuya vida se desmorona tras la infidelidad y la partida de su padre, motivada por una infidelidad. Su madre, que en un principio está totalmente devastada por el abandono de su marido, trata de reconstruir su vida mediante una relación sentimental. Es entonces cuando comienza a salir con George, un hombre blanco cuyas actitudes racistas y fetichistas hacia las mujeres asiáticas desencadenan en Ji-won una serie de sueños perturbadores y un hambre insaciable por los ojos humanos. Motivada por la práctica cultural de comer los ojos del pescado, inculcada por su madre, Ji-won comienza a obsesionarse con los ojos azules, como los de George. Al mismo tiempo, una serie de asesinatos viscerales tienen lugar en su entorno.
Kim utiliza en esta novela elementos de terror visceral para abordar temas profundos como la fetichización de las mujeres asiáticas, el racismo, y la misoginia. La narrativa, ágil y cautivadora, ofrece una mirada intensa a la rabia y el dolor de la protagonista, explorando cómo estas emociones pueden llevar a alguien al extremo de lo que se considera moral. La violencia, los sueños sangrientos, y el descenso de la protagonista hacia la locura contribuyen a convertir a Ji-won en un monstruo deshumanizado, empujado al extremo por el trato recibido en los Estados Unidos. Sin embargo, la autora también proporciona una dimensión humana mediante la relación de Ji-won con su hermana pequeña Ji-hyun. Acostumbradas al dolor y al abandono de ambos padres en beneficio propio, ambos personajes desarrollan un vínculo filial entrañable caracterizado por la obsesión de Ji-won de proteger a su hermana del comportamiento predatorio de George.
La verdad es que lo primero que me llamó la atención de esta novela fue su portada. El título sugerente vino después. Todo alrededor de la premisa me hizo picar el anzuelo, y definitivamente, no me arrepiento de haberla leído. Como hermana mayor cuyo vínculo con su hermana es indestructible, he podido sentirme identificada con la protagonista en el aspecto de proteger a quien más quieres. Sin embargo, no fueron los elementos gore de la novela lo que más miedo me dió. El personaje de George simboliza la situación de la comunidad asiática en Estados Unidos. Como hombre blanco, cuenta con una serie de privilegios que le permiten perpetuar comportamientos racistas, y misóginos hacia las mujeres de la familia de Ji-won. Este personaje encarna el concepto de "fiebre amarilla", que hace referencia a la fetichización de las personas asiáticas. Además, sus comentarios y actitudes predatorias hacia Ji-hyun, que es menor en la novela, me produjeron escalofríos. Más allá de lo sangriento, paranormal, o lo violento, este tipo de situaciones fueron lo que más me inquietó de esta novela.
Con todo, quisiera decir que The Eyes Are the Best Part es una lectura de lo más intrigante, que te engancha en sus páginas de principio a fin. Las descripciones son vívidas y viscerales, y los personajes son humanos y con múltiples defectos. Toman decisiones equivocadas, son egoistas, y llegan a límites insospechados para proteger lo que aman. Monika Kim ha construido una historia provocadora que combina el terror y el comentario social, ofreciendo una perspectiva única, pero muchas veces invisibilizada sobre las experiencias de las mujeres asiáticas en norteamérica. Fue una novela que me hizo reflexionar mucho, y que disfruté enormemente. Eso sí, ¡no es para los débiles de estómago!
★★★★ 4/5
★★
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