¡Hola Saqueadores!
¡FELIZ DÍA DEL LIBRO! De nuevo espero que estéis todos bien y que estéis siendo responsables. Por mi parte, he entrado en ese bucle de releer todos los libros que tengo y he de decir que estoy redescubriendo joyas literarias. Si que es verdad que con motivo de mi cumpleaños ayer y del día del libro hoy, tengo alguna lectura nueva y pendiente, pero de momento, tenía esta reseña programada para hoy. Así que os traigo uno de los favoritos de mi madre de todos los tiempos ¡Vamos con la reseña!
Editorial: Ediciones B
Precio: 20.90€
ISBN: 978846666521
Sinopsis: En el país de la nube blanca es una novela cautivadora sobre el amor y el odio, la confianza y la enemistad. Protagonizada por dos fuertes personajes femeninos y ambientada en la Nueva Zelanda colonial del siglo XIX, recuerda inevitablemente a la película El piano (en la que Holly Hunter interpretaba a una mujer escocesa enviada junto con su hija a Nueva Zelanda tras un matrimonio por poderes). La acción arranca en Londres en 1852, cuando dos chicas emprenden la travesía en barco hacia Nueva Zelanda. Para ellas significa el comienzo de una nueva vida como futuras esposas de unos hombres a quienes no conocen. Gwyneira, de origen noble, está prometida al hijo de un magnate de la lana, mientras que Helen, institutriz de profesión, ha respondido a la solicitud de matrimonio de un granjero. Ambas deberán seguir su destino en una tierra comparada con el paraíso. Pero ¿hallarán el amor y la felicidad en el extremo opuesto del mundo?
Tal y como os he dicho, he comenzado a releer todo lo que tengo a mano, pero el otro día me encontré con este libro de Sarah Lark. Es una antigua copia de mi madre, y recuerdo que a ella le gustó tanto que decidí darle la oportunidad. Además, siendo una apasionada de los dramas de época... Tras leer la sinopsis, no pude resistirme.
En esta historia nos encontramos con dos personajes principales. Dos mujeres londinenses, Helen y Gywneira, que viviendo en pleno siglo XIX, pertenecen a distintas clases sociales, pero tienen un mismo problema: la necesidad de encontrar marido. Helen es una institutriz joven, modosa y recatada, algo mayor para contraer matrimonio, y Gywneira es una chica de diecisiete años que a pesar de ser hija de Lord, solo quiere cuidar a sus perros y montar a caballo.
Ante la desesperación, Helen acepta la propuesta de la parroquia de contraer matrimonio con un granjero neocelandés, y llevarse a un grupo de niñas huérfanas con ella, para que trabajen como sirvientas en las colonias. El cuanto a Gwyn, su padre conoce a un barón de la lana neocelandés contra el que pierde en una partida de cartas cuya apuesta era la mano de la joven para su hijo Lucas. Así, ambas mujeres emprenden el viaje de su vida.
Sin embargo, no todo es tan bonito como las cartas de Howard O'Keefe le decían a Helen o como el porte de Lucas Warden le hacía pensar a Gwyneira. Poco a poco ambas van sufriendo los problemas de la isla, la falta de educación en materia de sexualidad y el temperamento y la incapacidad de sus maridos, además de las pasiones que se despiertan entre el servicio de la mansión Warden...
Al principio no estaba muy convencida con este libro, a pesar de que la sinopsis sonara tan bien. Mi madre y yo no solemos coincidir en gustos literarios, y temía que este libro fuera una pastelada de esas que a ella le encantan. He de decir que me sorprendió para bien. Tanto la trama como los personajes me parecieron muy bien estructurados. Es una historia creíble, interesante y que da juego a distintos giros argumentales. Tengo que admitir que la historia de Gwyneira me interesó mucho más que la de Helen. Supongo que haya sido porque el personaje de la primera era bastante más bravo e interesante que la segunda, que a momentos me pareció demasiado aburrida, inocente e incluso, bobalicona.
La única pega que puedo ponerle a este libro es el paso del tiempo. Creo que si la mayoría de sucesos hubieran pasado en periodos de tiempo más cortos, hubiera sido mejor, ya que el libro se hace demasiado largo en algunas escenas y se divide en demasiadas partes. Sin embargo, es uno de esos libros largos en los que te sumerges y cuyos personajes se convierten en partes importantes de tu vida. Yo no pude parar de leerlo, aunque tuve que obligarme a parar porque es uno de esos "tochos" de los que es hasta sano despegarse. En general es un libro muy recomendable al que no deberíais dejar de darle una oportunidad.
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