Thomas y sus amigos descansan después de escapar del Laberinto. Por fin sienten que están a salvo. Pero unos gritos desquiciados los despiertan y los enfrentan a una realidad aún más aterradora que la anterior.
Para sobrevivir, deberán emprender una travesía en la que cada desafío los enfrentará a nuevos peligros: calor ardiente, destrucción, un aire irrespirable. Cada paso es una sorpresa en una caminata casi apocalíptica. Lo que quedó del mundo es un páramo, a través del cual deberán caminar hacia la esperanza (o quién sabe...). Emplazados, perseguidos, rodeados de locura, enfermedad y muerte; amenazados por cuerpos con llagas, devastados por la Llamarada; sin poder confiar en los adultos delirantes, hambrientos y violentos, que los acechan a cada paso.
Pero para Thomas, lo peor será descubrir que lo poco que él creía auténtico en su nueva vida podría ser también una trampa. ¿Qué es verdad y qué es mentira? ¿En quienes puede confiar? ¿Hasta donde llega la manipulación? ¿Cuál es el objetivo de todo ese infierno?
Sinceramente, estoy igual de enamorada de éste libro como del primero. Es una trilogía que definitivamente te mantendrá en vilo desde que empieces hasta que acabes. Hacía mucho que no me encontraba con tantas ganas de leer la continuación de ningún libro.
A mi me encantó, Saqueadores. Ese es mi resumen. Jajaja. Os dejaré el trailer también aquí abajo. ¡Chao!
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